- Colocar en una cacerola el agua, la sal y la manteca. Llevar al fuego. En el primer hervor, retirar del fuego.
- De inmediato volcar la harina de una sola vez y mezclar con una cuchara rígida hasta lograr una masa sin grumos. Es importante hacerlo fuera del fuego para poder mezclar bien, evitar quemaduras y que se aglutine alguna parte de la masa.
- Volver la preparación a fuego medio y continuar mezclando hasta que se separe la masa de las paredes de la cacerola y se genere una fina membrana sobre el fondo.
- Retirar del fuego y dejar entibiar la masa tapada. Este paso se puede acelerar mezclando constantemente a mano o con una batidora a velocidad baja.
- Incorporar el huevo de a uno e integrarlos bien. Se deberá lograr una masa suave, que no cueste trabajarla con la churrera.
- Realizar los churros del tamaño deseado, con churrera, y disponerlos sobre una bandeja.
- Calentar el aceite en una marmita o cacerola profunda y freír los churros girándolos hasta que se doren.
- Escurrirlos con una espumadera y rebozarlos en una bandeja con azúcar.
- Una vez fríos, rellenarlos con dulce de leche con ayuda de una manga repostera y una boquilla (la más larga que se consiga).
Cheescake clásica
Mezclar en un bol, con n batidor de alambre, el queso crema con el azúcar. Agregar los huevos de a…